Qué le espera a Colombia en el 2006? - CTBlog - Carlos Torres Henao

Qué le espera a Colombia en el 2006?

Ana Ligia dijo...



Me agrada sobremanera que hagas el sencillo ejercicio de un monologo y que termine en pregunta, con respuesta casi incierta o quizá cierta después de toda una introducción corta, sencilla y real, lo que no puede ser nunca es una descripción desesperanzadora, necesitamos generar los espacios para desnudar la realidad que todos ven con mascaras, para tocar al hermano al hombro y decirle cerca de sus oídos que no siga haciéndose el sordo, el ciego y el mudo. La verdad es escandalosa, dolorosa; pero nos permite ser libres. 

Colombia me duele en las entrañas en las mañanas cuando veo que un niño no va a la escuela porque le toca lavar autos, al mediodía mientras almuerzo y alguien se te acerca porque tiene hambre, en las tardes cuando la desesperanza se ve en los ojos de los vendedores ambulantes cuando no se han hecho el día y en las noches cuando la televisión inyecta las mentiras de un mundo dimensionado, eclipsado, tratando de ocultar la realidad a través de realitys, que si Marx viviera cambiaria su frase y diría “los realitys son el opio del pueblo”. Mientras se ven caminar tranquilos por las plazas a los ladrones y corruptos exigiendo honores, y otros soñando con una formula militar para solucionar el conflicto. Me duele en la madrugada cuando con los ojos cansados de llorar recuerdo a los desplazados, pero un consuelo me llega cuando recuerdo a mis amigos los de la ongs, las asociaciones y gente solidaria ¡! No estamos solos!!!! Y respiro. Como ahora respiro cuando sé que por lo menos te cuestionas .Gracias!!!
Thursday, January 19, 2006 1:26:05 PM

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3 comments

Hola! espero que estes bien.
Estes donde estes!

Gracias a ti, porque a mí tambien me duelen aquellos que sufren la injusticas de los desequilibrios económicos.

A veces lloro, a veces grito enfurecida. Y a veces me siento frustrada y ridícula, cuando manifiesto mí opinión en alguna plaza con un veintena de compañeros, ante las miradas de desprecio o de risa, de los que pasan de estos temas.

Somos sí, pero aún muy pocos. Y voy a tener que pasar mí testigo, porque, ya, empieza a escasearme la fuerza física.