Los caminos del 2025
Hoy el día arrancó con música en español de principios de los 90. Y aunque ya no soy de quedarme pegado al pasado, la música siempre tiene esa forma inevitable de traer recuerdos. Ya desaparecieron esos análisis juiciosos y súper planeados que solía hacer cada temporada; cada vez se vuelve más real eso de notar cuando todo empieza a sentirse lineal. Justo recordé un video que vi hace poco donde comparaban la vida con sus subidas y bajadas… y cómo, cuando ya no hay nada de eso, queda solo una línea recta como la de los monitores cuando la vida se va.
Pero ojo, esto no es una alerta ni un mensaje oscuro. Al contrario: es un recordatorio de lo importante que es estar bien, realmente bien, porque vida solo hay una. Y aunque me costó mucho interiorizarlo y aplicarlo también para mí, a veces lo olvido… y ahí es cuando me pasa factura. Lo que más me golpea, personalmente, es sentirme defraudado por la gente. Por más terco que sea pensando que todo mundo es bueno, siempre aparece un motivo nuevo para confirmar que solo muy pocas personas merecen quedarse en nuestro círculo.
El 2025 fue un año lleno de retos, sí, pero también de momentos de felicidad enorme, de metas cumplidas y de una sed más grande de seguir luchando por lo que aún me falta alcanzar.
Les deseo una Navidad llena de luz y un Año Nuevo repleto de razones para levantarse, luchar, avanzar y sonreír.
¡Feliz Navidad, feliz Natal, Merry Christmas!
